Tiempo de lectura: 3 minutos

Cuando hablamos de mezcales buenos, no nos referimos solo a un sabor agradable. Un buen mezcal es aquel que refleja tradición, autenticidad y un proceso artesanal respetuoso con la tierra y el maguey. En Oaxaca, cuna del mezcal, estas características se convierten en un legado que viaja en cada botella.


La calidad de un mezcal se define por varios factores: el tipo de maguey, el proceso de cocción en hornos de piedra, la molienda con tahona, la fermentación natural y la destilación en alambique de cobre o barro. Cuando todos estos elementos se respetan, el resultado es un buen mezcal con carácter único.

Un mezcal bien hecho ofrece un balance entre aromas ahumados, notas herbales, dulces o minerales. La complejidad en boca, su permanencia y la forma en que evoluciona en cada sorbo son señales claras de que estás frente a un destilado de alta calidad.

Hablar de mezcales buenos es hablar inevitablemente de Oaxaca. Aquí se produce la mayor variedad de expresiones gracias a la diversidad de magueyes y microclimas. Desde el popular Espadín hasta variedades silvestres como Tobalá, Tepeztate o Jabalí, cada tipo de agave aporta un perfil distinto que enriquece la experiencia.

En Quiéreme Mucho, el concepto de buen mezcal va más allá del sabor: cada botella pintada a mano es una obra de arte que conecta la tradición mezcalera con la identidad cultural oaxaqueña.

CONTÁCTANOS HOY


    Un mezcal de calidad se reconoce con los sentidos:

    • En vista: debe ser cristalino, sin partículas extrañas, aunque algunos pueden presentar ligeros “perlas” al agitar la copa, signo de buena graduación alcohólica.
    • En nariz: no debe oler únicamente a alcohol; debe revelar aromas vegetales, terrosos, frutales o ahumados.
    • En boca: debe ser equilibrado, con un inicio intenso que evoluciona y deja un retrogusto agradable y persistente.

    Los mezcales buenos no se limitan al momento de beberlos. Son parte de celebraciones, rituales y encuentros que refuerzan la identidad mexicana. Compartir un mezcal artesanal se convierte en un acto cultural y social que conecta generaciones.

    Además, marcas que apuestan por el arte y la autenticidad convierten cada botella en un objeto de colección. Esto sucede con propuestas que integran diseño, tradición y sabor en un mismo producto, reforzando el valor cultural de cada trago.

    ¿Qué maguey se usa para un buen mezcal?

    Depende del perfil que busques. El Espadín es versátil y equilibrado; los magueyes silvestres ofrecen mayor complejidad.

    ¿Cómo saber si estoy tomando un buen mezcal?

    Fíjate en el aroma, el sabor y la transparencia. Un buen mezcal debe ser complejo, sin quemar excesivamente en garganta.

    ¿Todos los mezcales buenos son caros?

    No necesariamente. Existen opciones accesibles y de gran calidad, aunque las ediciones limitadas y los magueyes silvestres suelen tener precios más altos.

    ¿Dónde encuentro mezcales buenos en Oaxaca?

    Puedes adquirirlos directamente de productores o en marcas artesanales reconocidas como Quiéreme Mucho.

    Un buen mezcal es el resultado de respeto por la tierra, paciencia en la elaboración y pasión del maestro mezcalero. Los mejores mezcales cuentan una historia con cada sorbo y se convierten en experiencias memorables. Si buscas mezcales buenos que unan tradición, sabor y arte, descubre la colección de Quiéreme Mucho.


    1. Consejo Regulador del Mezcal (CRM). “¿Qué es el mezcal?” Disponible en: https://www.crm.org.mx/
    2. Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). “Producción de mezcal en México”. Gobierno de México.
    3. Brandes, Stanley. Mezcal: An Ethnographic History of Mexican Alcohol. University of New Mexico Press.
    4. Smithsonian Magazine. “Why Mezcal Is Becoming Mexico’s Next Big Export”.